Por Daniel Ramalho
La diabetes no nos hace vivir solo montañas rusas glucémicas, pero emocionales también. Nuestros altibajos de ánimo, nos hacen, muchas veces, preguntarnos si nos estamos volviendo locos.
Aprender a convivir con eso es algo bastante complicado, sobre todo si tenemos en cuenta que muchos creen que “hoy en día es fácil convivir con la diabetes”. ¡CÁLMATEEEEEE!
¡Dale! Respirando… Contando hasta 10…
Casi permito que la irritación que me causa esa frase sin pie ni cabeza, que ya escuché muchas veces, me domine. Que ahora la cosa es más simple, no hay dudas, pero decir que es fácil… ¡Inadmisible! Solo quien tiene, cuida o convive con personas que tienen diabetes, sabe cómo necesitamos autocontrol, disciplina, paciencia, optimismo…
Hay momentos difíciles de verdad: desanimamos, la glucemia nunca está como nos gustaría y aún hay otros problemas que nada tienen que ver con la diabetes… El peso es muy grande y nada que hagamos parece aliviar al menos un poquito. Es muy complicado.
¡Pero necesitamos dejar de concentrar nuestra atención en las quejas! No podemos perder la esperanza. ¡Vamos a desahogarnos, a sacarnos de encima lo que nos molesta , gritar! Todo eso hace muy bien, pero después tenemos que respirar, inspirando las ganas hacia el pecho y soplando el desánimo para muy lejos. Vamos a retomar nuestros proyectos, cerrar los puños y noquear toda y cualquier negatividad que intente echarnos por tierra.
En poco tiempo veremos que de poco en poco las cosas van a volver a su lugar, incluso la glucemia.
Vamos a levantar la cabeza, hacer cosas nuevas, diferentes y vamos a permitirnos reinventarnos todos los días.
Vamos a agarrarnos a lo que nos da placer, a los que nos quieren, al trabajo que nos realiza aunque nos pague poco. Así vamos a despegarnos de la gente pesada, aburrida, que solo nos tragan las energías y de las actividades que nos causan estrés y frustraciones.
Empecemos una nueva actividad física, conozcamos a más personas y lugares. Cuando tenemos la cabeza llena de problemas, necesitamos vaciarla y volver a llenarla con cosas que nos gustan.
Aceptemos todos esa vuelta en la montaña rusa y vamos a superar nuestros límites, miedos y, encima, divertirnos muchoooo mientras equilibramos la glucemia y la mente.
¿Vamos a enfrentarla? ¡Daleeee!
Estamos hinchando por uds.
Vamoooooos!
Un fuerte abraço,
DANIEL RAMALHO
DIABETES ESPORTE & NATUREZA